Las perdices, junto con el faisán y los pichones siempre han sido consideradas, desde las antiguas civilizaciones, alimentos exquisitos y su consumo se reducía a las élites sociales. Un hecho que llevó a crear una auténtica cultura culinaria de la ‘puma de caza’ con multitud de recetas confeccionadas por los mejores chef del mundo…
Hoy en día, pese a que las perdices se pueden comprar con relativa facilidad, su cocina no se ha popularizado, dada la complejidad de su preparación, reservándose a restaurantes especializados y a la alta cocina, como es el caso de Venta Esteban.
La perdiz que se consume en nuestro restaurante no es perdiz de granja alimentada con piensos como si de pollos se tratara, sino de auténticas perdices rojas de caza de nuestra campiña, unas de las más apreciadas de Europa por tener una carne más tersa, jugosa y sabrosa, además de un color y aroma más intenso.
La provincia de Cádiz es zona de abundante caza de estos ejemplares que son recogidos por empresas especializadas, desplumadas, limpiadas, ‘desplomadas’ y conservadas en perfecto estado en cámaras durante todo…
La perdiz, no sólo es una delicatessen en la mesa, sino que su casi ausencia de grasas y sus bajas calorías, la convierten en un alimento muy sano…